miércoles, 6 de febrero de 2008

Para escribirte algo

Quizás
En los segundos manchados por Marte,
cuando las lúgubres hojas rojas de cristal
caigan delicadas sobre el suave pasto de cobre
se falseara el avance del reloj moribundo,
como la lluvia verdosa y transversal en campo
que suaviza a los rudos gestos del campesino,
cuando ve que cayendo en su amada esmeralda,
la lejanía soberbia en vaporosas gotas,
y te vea; sin ganas,
entonces, en el rato aquel eterno,
cuando los hades reformados en cintas adhesivas,
que se van elevando en pedestal de incienso,
hasta las copas fijas de los plantas del destino,
donde sin voltear sin quiera al jade de tus ojos,
ni tocar el enervante sabor de tu olor azabache,
que me aleje perdido solo por hoy,
por que faltan las palabras para escribirte algo.

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