jueves, 10 de enero de 2008

Ayer

Un dia la vida me dio limones....
Citricos, caidos, empolvados, desconocidos, y acidos,
me miró con una sonrisa como a todos los entes, como el resto,
como a los que miró ese día y cada dia,
desde que el contador de risas y suspiros de existencia
comenzó a dar vueltas cual minutero maniaco. Me dió una palmada
y termine en la gris tierra;
y la risa maniaca que escuche al final se transformó en mi llanto.

El camino, fue entre curvas y montañas
-no puedo vivir ahora sin un monte en el horizonte,
haya desconido, como el destino, ente lejano de incognita
de desepciones o cansacios en la meta-
termine en el ultimo de la cuspide de la llama,
solo para durante un momento me diera,
el susurro del viento helado del anonimato,
y ahi donde no espere nada mas un monte ya caminado,
deje caer un par de limones, con descuido.

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